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1. El escarabajo con luz

2. Su ciclo de vida

3. ¿Qué comen los gusanos de luz?

4. El cortejo

5. Los gusanos de luz y otras especies

6. Historia natural de las luciérnagas de España








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LA VIDA DE LAS LUCIÉRNAGAS





   

Aunque existen varias especies de luciérnagas en España, para hacer una presentación de los hábitos de vida de estos insectos tomaremos como ejemplo a la especie Lampyris noctiluca, que es la más común en Europa y la que ha sido objeto de un mayor número de investigaciones.

La fuente principal para estas notas ha sido el libro de John Tyler (2002), The Glow-worm y la página web http://www.galaxypix.com/glowworms/.

 



1. El escarabajo con luz
    
El nombre de gusano de luz hace referencia al aspecto de la hembra, que es seguramente el estado más conocido de este coleóptero.

El aspecto de las hembras despista mucho: recuerda en realidad a las larvas. El cuerpo alargado es de color negro y muestra patentemente los segmentos del tórax y del abdomen. No tiene alas, por lo cual sus desplazamientos están muy limitados.

Las hembras se diferencian de las larvas por algunos rasgos llamativos, como que no poseen los puntos amarillos que decoran ambos extremos de cada segmentos. Además, las hembras sólo aparecen durante el verano, mientras que las larvas evolucionan desde unos pocos milímetros hasta algunos centímetros durante dos años, pudiéndose ver en las cuatro estaciones (aunque en las latitudes frías hibernan).

El macho tiene aparentemente poco que ver con la hembra. De hecho, se diría que se trata de individuos de especies diferentes. Aparte de tener un tamaño ostensiblemente inferior, posee dos alas bien desarrolladas protegidas por dos élitros largos y negros que ocultan todo su abdomen. Otra diferencia notable es que cuenta con unos ojos bien desarrollados, muy útiles para discernir los contrastes de luminosidad.

Las luciérnagas adultas no se alimentan: durante su semana de vida (o algo más tiempo si no encuentran rápidamente a una pareja) viven de las reservas que acumuló la larva.

Generalmente, la visión que tenemos de las luciérnagas es la de una hembra “en celo” que llama a los machos voladores mostrando el farolillo que guarda debajo de su abdomen.

También las larvas producen luminescencia, de forma menos espectacular que las hembras, aunque es posible apercibirse de ello hasta a quince metros de distancia.

Las larvas cuentan con un par de puntos luminosos en la parte inferior de su cuerpo, próximos al extremo del abdomen. Al contrario que los adultos, tanto las hembras como los machos son capaces de producir luz.

Sólo ocasionalmente las larvas muestran la lucecita. A veces la encienden durante unos segundos cuando son molestadas, como si se tratase de una reacción defensiva. También se han visto brillar larvas durante horas, especialmente aquellas completamente desarrolladas que están en los momentos previos a la última muda. Hay un caso especialmente extravagante y al que no se le encuentra explicación: en ocasiones, mientras van marchando, encienden de modo intermitente la lucecita, con pulsos que duran unos pocos segundos.

¿Por qué brillan las larvas? Todavía no se sabe a ciencia cierta, pero es posible que se trate de un mecanismo de defensa relacionado con la advertencia a posibles predadores de que las luciérnagas son bastantes indigestas: de hecho, parece ser rechazadas por las aves insectívoras y por otros depredadores nocturnos como sapos, pequeños mamíferos o invertebrados insectívoros.

En el estado adulto son las hembras las que muestran especialmente la lucecita. En realidad, es un conjunto de cuatro elementos alojados en la parte inferior del extremo del abdomen: dos placas que ocupan los segmentos sexto y séptimo, y dos puntitos luminosos en cada uno de los extremos del octavo segmento. Los machos mantienen las lucecitas del estado larval - dos puntos luminosos en el extremo del octavo segmento abdominal -, pero sólo brillan cuando son molestados.

Hay otras especies que, al contrario que la Lampyris, no brillan con una luz fija, sino que parpadean, como las del género Luciola, también presentes en la Península Ibérica. Estas especies utilizan un a modo de código de preguntas de los machos a las hembras, las cuales responden. Cada uno o dos segundos, los machos emiten destellos cortos e intensos durante su vuelo. Las hembras, que tienen alitas pero no pueden volar, les responden desde la vegetación con un parpadeo de pulsos más dilatados que los del macho y tras un tiempo de respuesta que depende de cada especie.

La estructura fisiológica de estos segmentos contiene tres partes diferenciadas: una capa de células epidérmicas transparentes que dejan pasar la luz; una capa de células luminosas en donde se produce la luz; y una capa inferior de células que contienen cristales de ácido úrico que actúan como espejos reflectores de la luz.

La luz es producto de unas reacciones químicas en las que una molécula, la luciferina, reacciona con oxígeno y ATP (adenosín trifostafo, el vehículo de la energía química de muchas de las reacciones internas de los seres vivos) y desprende energía luminosa. Para que esta reacción se produzca es preciso el concurso de otra molécula, la luciferasa, que actúa como enzima catalizadora.

La luciferina es una molécula muy pequeña, compuesta por apenas 20 ó 30 átomos, mientras que la luciferasa es una proteína muy compleja que se presenta bajo diferentes variantes que dan lugar a diferentes tonalidades de luz en las especies que han desarrollado este sistema.

La reacción produce una luz amarillento-verdosa. El proceso es extraordinariamente eficiente: menos del 2% de la energía se convierte en calor (lo que contrasta, por ejemplo, con el 95% de pérdidas de una bombilla ordinaria). Por ello no es extraño que hasta las hembras más “ardientes” estén frías al tacto.


2. Un ciclo de vida peculiar

Se conoce que la vida de un gusano de luz del centro de Europa se desarrolla durante dos años.

Comencemos en la época en que son más patentes: las semanas finales de junio, el mes de julio y las primeras semanas de agosto. Dependiendo de la zona geográfica y de las condiciones meteorológicas de ese año, las larvas pasarán al estado de pupa; con posterioridad emergerán las hembras y los machos con un desfase de unos cuatro a seis días entre ellos.

Transcurridas unas pocas horas, las hembras comienzan su cortejo luminoso, curvando su cuerpo para mostrar las placas luminosas de la parte inferior del abdomen. Una vez que consiguen llamar la atención de un macho, se aparean y realizan la puesta de unos 50 a 150 huevos esféricos, los cuales miden aproximadamente 1 mm de diámetro y que inicialmente, y durante unos días, pueden brillar con una luz amarilla mortecina. Aproximadamente al cabo de un mes las larvas eclosionan.

Con tan sólo 5 mm de longitud, su principal tarea consiste en buscar la primera presa. Tras reposar unas horas para que la cutícula se endurezca, comienza una azarosa marcha en busca de presas que puede suponer varios días recorriendo unos cinco metros a la hora, o lo que es lo mismo, hasta 120 metros al día.

La forma y el color de las larvas son muy característicos. Su cuerpo está formado por una cabeza a la que le siguen segmentos semirígidos y articulados, a modo de una armadura. El primer segmento recibe el nombre de pronoto y cumple una función importante: proteger a la relativamente pequeña cabeza que tiene forma de escudo y parece una especie de escafandra. El color del cuerpo es negro; destacan dos puntitos con una coloración que va del de amarillo claro al anaranjado en cada uno de los extremos de los segmentos.

Durante su primer otoño las larvitas se dedican a buscar caracoles, pudiendo mudar una o dos veces hasta que con los primeros fríos entran en estado de hibernación bajo troncos, piedras u hojarasca. En los lugares en donde las temperaturas no descienden por debajo de los 4º C por la noche, pueden seguir cazando caracoles y brillar durante todo el invierno.

A lo largo de su desarrollo la larva pasará por entre cuatro y siete mudas: la piel se abre para dejar paso a un cuerpo ostensiblemente mayor pero que conserva las mismas características en cuanto a la forma y color del cuerpo.

La larva se muestra activa principalmente en las horas nocturnas, evitando el día debido a la gran insolación. Está adaptada, lógicamente, a los hábitos de sus presas: por consiguiente, no es extraño que muestre predilección por los ambientes húmedos.

Parece que es capaz de seguir el rastro mucoso de los caracoles y babosas, si bien también intercepta a sus víctimas simplemente por contacto en sus vagabundeos, detectándolas con el par de palpos que tiene en su cabeza.

El sueño invernal concluye con la llegada de la primavera: la larva, a partir de entonces, experimentará sucesivas mudas que le llevarán hasta  alcanzar un tamaño próximo al definitivo a finales de septiembre u octubre, cuando hibernará por segunda vez.

En los meses comprendidos entre abril y junio se ha observado que la larva puede abandonar sus hábitos básicamente nocturnos, siendo posible encontrarla marchando incluso a plena luz del día, en un vagabundeo continuo que apenas tiene descanso. Aunque no se conoce con certeza a qué se debe ello, es probable que sea un modo efectivo de asegurar la dispersión de la especie y conquistar nuevos lugares aptos para el establecimiento.

Hacia el mes de junio (dependiendo de las condiciones locales) la larva está preparada para pasar al estado de pupa. Para ello buscará un sitio protegido como un tronco o una piedra. A menudo se junta un grupo de larvas para pupar, lo que parece ser una ventaja para la fase siguiente, puesto que como las hembras no se desplazan prácticamente así se aseguran la presencia cercana de los machos.

Al cabo de unos diez días emerge la hembra. Los machos se demoran unos cinco días más, aunque estos periodos de tiempo también muestran una cierta amplitud. Estamos ya en el verano del segundo año en las localidades centroeuropeas en donde más se ha estudiado a estos insectos, comenzando la fase del cortejo que principia este peculiar ciclo de vida.

Del ciclo bianual del gusano de luz se deriva un aspecto intrigante: dado que los insectos adultos emergen cada dos años, en un mismo lugar existirán dos poblaciones distintas destinadas a no encontrarse: la de los años pares y la de los años impares. Es como si vivieran en dos islas separadas por una barrera de tiempo. Aunque no se ha probado, no se descarta que ocasionalmente se rompa este aislamiento a través de puentes temporales: adultos que, por ejemplo, tarden una o tres temporadas en lugar de dos en desarrollarse completamente.


3. ¿Qué comen los gusanos de luz?

Las luciérnagas se alimentan de caracoles y babosas.

Son, por consiguiente, y pese a su aspecto tan tierno, depredadores especializados.

En cautividad muestran tener apetencia por un gran número de especies de caracoles y babosas, entre los que se encuentran especies comunes como los caracoles blancos o chicos (Theba pisana), los también pequeños Oxycilus cellarius y Vitrea crystallina, caracolas (Cochlicella acuta, Cochlicopa lubrica) y otras especies de otros géneros. Estas especies son básicamente caracoles de pequeño tamaño, que forman parte de la dieta de las larvas en sus primeros estadios; en nuestras latitudes, las larvas crecidas se alimentarán de cabrillas y caracoles grandes como Otala lactea o Cantareus aspersus. También hemos comprobado que comen gusanos de tierra y José Domingo Gigaldo ha constatado que se llegan a alimentar de moluscos acuáticos (caracolillas de agua dulce) del tipo Physia.

Una vez que ha localizado a su presa, la larva del gusano de luz monta sobre ella. Cuando el momento sea propicio, la inmoviliza asestándole un mordisco con sus mandíbulas, que cuentan con un conducto a través del cual pasa un jugo secretado por el intestino de la larvas que además de paralizar a la presa, rompe y digiere sus tejidos, convirtiéndolos en una papilla que puede ser fácilmente absorbida.

Durante su desarrollo, una larva de gusano de luz puede comer más de setenta caracoles.


4. El cortejo

El gusano de luz hembra muestra la lucecita poco después del atardecer, hacia las 10 en las cortas noches de verano, y es posible contemplarla hasta después de medianoche.

Usualmente permanecen en el suelo, entre la hierba o sobre pequeños montículos, aunque no es extraño que trepen por alguna brizna de hierba o que estén en el exterior de las piedras de los muros. En general buscarán posiciones desde donde su lucecita sea visible. Para ello, curvarán su abdomen de manera que los faritos queden al descubierto.

Las hembras son muy sedentarias y generalmente no se moverán del mismo sitio noche tras noche hasta que se emparejen. Durante el día se esconden en huecos de piedras, pequeños agujeros en la tierra o entre la hojarasca, evitando así las intensas temperaturas.

En realidad, los gusanos de luz más notorios, los que brillan durante varias noches seguidas, son aquellos que no han tenido éxito en su búsqueda de pareja. Porque en el momento en que la hembra se aparea, comienza a apagar su farolito (que no le es posible desconectar inmediatamente) y se prepara para la puesta, que ocurrirá en los días posteriores. La mayor parte de las hembras, de hecho, suelen tener suerte, por lo que brillan solamente durante una noche. Lo que es bueno para la especie se convierte, sin embargo, en una contrariedad para nosotros, observadores de la naturaleza. Solamente una escasa proporción continúan perseverando durante una semana o más tiempo: en realidad, se trata de las infortunadas, de las “patito feo” del cuento de las luciérnagas, o bien de aquellas que emergieron en un lugar o momento poco propicio para la presencia de machos patrullando por el aire a poca altura del suelo.



5. Los gusanos de luz y otras especies de luciérnagas

La luciérnaga más frecuente en Europa se denomina Lampyris noctiluca. Pero en los países mediterráneos es posible encontrar otras especies de gusanos de luz.

Todos ellos pertenecen al género Lampyridae.

El mundo de las luciérnagas es todavía poco conocido. De hecho, en el año 2008 se describió una nueva especie en Portugal, Lampyris iberica, a la que es posible que correspondan algunas de las citas precedentes de Lampyris noctiluca. Esto supone que probablemente en España esté presente esta nueva especie y que haya que determinar si las citas de Lampirys noctiluca pertenecen a la especie centroeuropea o a esta nueva especie ibérica.

En cualquier caso, aparte de las luciérnagas del género Lampyris, se tiene constancia de la presencia de otras especies de luciérnagas en España. Todas ellas posiblemente cuenten con hábitos de comportamiento y alimentación semejantes y son relativamente parecidas.

 

6. Historia natural de las luciérnagas de España

6.1.- Introducción.

6.2.- Luciérnaga mediterránea, Nyctophila reichii.

6.3.- Luciérnaga de las Baleares, Nyctophila heydeni.

6.4.- Luciérnaga europea (Lampyris noctiluca), luciérnaga ibérica (Lampyris iberica) y Lampyris raymondi.

6.5.- Luciérnagas menores (Lamprohiza paulinoi, Lamprohiza mulsanti).

6.6.- Luciérnaga longicorne (Phosphaenus hemipterus).

6.7.- Phosphaenopterus metzneri.

6.8.- Luciérnaga voladora (Luciola lusitanica).

 

6.1. Introducción.

Entre junio de 2009 y el 31 de diciembre de 2013 hemos recibido 92 formularios de colaboradores (20 en 2013) que han querido contribuir al conocimiento de las luciérnagas españolas a través de esta web; de ellos, 60 incluían fotografías o información suficientemente de detalle como para determinar la especie. También hemos recibido 96 correos electrónicos aportando información, de los cuales hemos podido determinar la especie o el género en 57 casos.

Además, hemos podido estudiar 630 fotografías (103 en 2013) aportadas a la web Biodiversidad Virtual por casi 300 colaboradores lo que ha supuesto contar con un material de primera calidad procedente de todo el territorio; estas imágenes, su autoría y datos adicionales se pueden encontrar aquí

Hemos de hacer una advertencia preliminar: si bien es posible determinar con bastante fiabilidad algunas especies en su fase de imago o adulta (entre ellas la más característica y posiblemente común en la Península Ibérica, la luciérnaga mediterránea Nyctophila reichii), en otras especies es más difícil esta identificación de visu a partir de una imagen, en especial cuando la diferenciación reside en caracteres de detalle como la forma del extremo ventral (pigidio, como puede ser el caso del género Lamprohiza y las dos especies de las que tenemos constancia: Lamprohiza mulsantii y Lamprohiza paulinoi; en los últimos meses nos ha surgido la duda, además, de que existe una tercera especie L. delarouzei en el cuadrante nororiental) o coloraciones particulares (como los tonos rojizos del pronoto o escudo sobre la cabeza, de Lampyris iberica); por ello, en muchos casos, la determinación sólo ha sido posible hasta el nivel de género. En el caso de las larvas (muy fotografiadas por los colaboradores de Biodiversidad Virtual), hasta el momento sólo contamos con caracteres diferenciales para la luciérnaga mediterránea (Nyctophila reichii) - tono negruzco uniforme de los segmentos superiores -, mientras que entre las especies de Lampyris peninsulares no es posible diferenciarlas, más allá de contar con dos puntos de tono blancuzco o crema en cada uno de los extremos inferiores de estos segmentos (aunque se ha propuesto que la larva de L. raymondi tenga cuatro puntos en el pronoto); por otro lado, hasta la fecha no hemos podido estudiar ninguna larva de Lamprohiza.

 

6.2. Luciérnaga mediterránea (Nyctophila reichii).

Contamos con 466 referencias (hasta 31 de diciembre de 2013) de Nyctophila reichii. De ellas, 312 corresponden a larvas, 101 a machos y 53 a hembras (con 11 citas con presencia simultánea de machos y hembras). Las que corresponden a colaboradores de Biodiversidad Virtual se pueden consultar aquí.

Las larvas tienen un característico color negruzco mate por su parte superior, no brillante, con aspecto de terciopelo fino (en contraste con el tono marrón oscuro a negro brillante y de textura como cuero de la larva de Phosphaenopterus metzneri) y presenta tonos rosados intensos (fucsia) con veteado negro por la cara ventral. El tamaño depende del estadio en que las encontremos; en general son de pequeño tamaño (hasta 3 cm en los estadios más avanzados).

Hemos localizado larvas luminiscentes en días de primavera con ambiente húmedo, pero en general no es una larva que brille (al contrario que Lampyris).

 

Larva_Nyctophila_reichii_Ferrán Turmo

Larva de luciérnaga mediterránea (Fotografía de Ferrán Turmo (Biodiversidad Virtual), 8/4/2009, Alòs de Balaguer, Lérida/Lleida). Es característico el tono negruzco uniforme de la cara superior de los segmentos y el tono rosado intenso (fucsia) de la ventral.

 

Larva_Nyctophila_reichii_2_Ferrán Turmo

 

Larva de luciérnaga mediterránea (Fotografía de Ferrán Turmo (Biodiversidad Virtual), 3/8/2009, Alòs de Balaguer, Lérida/Lleida). En esta fotografía, la larva ha ocultado su cabeza bajo el primer segmento (a la izquierda), lo que le da un aspecto muy característico.

 

Las hembras alcanzan hasta 3 cm. Son de un característico color amarillo pajizo, melado, con tonos rosados bajo el pronoto (escudo que cubre la cabeza) y los primeros segmentos abdominales; el veteado rosado también aparece en cara ventral. Tiene dos pequeñas alas vestigiales de comor marrón.

 

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Hembra de luciérnaga mediterránea (Fotografía de Luis Jiménez, Gusanosdeluz, 4/7/2010, Córdoba).

 

La luciérnaga mediterránea hembra exhibe el mismo patrón de órganos luminosos que las luciérnagas del género Lampyris al final del abdomen (dos placas en los esternitos VI y VII - también llamados ventritos 5 y 6, es decir, el penúltimo y antepenúltimo; y dos pequeños puntos en ambos lados del último segmento - esternito VIII y ventrito 7).

 

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Órganos luminosos de la hembra de luciérnaga mediterránea (Fotografía de Luis Jiménez, Gusanosdeluz, 4/7/2010, Córdoba).

 

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Tamaño relativo de la hembra de luciérnaga mediterránea (Fotografía de Luis Jiménez, Gusanosdeluz, 4/7/2010, Córdoba).

 

El macho de la luciérnaga mediterránea es parecido al de las luciérnagas del género Lampyris, pero los élitros son de color marrón claro con los bordes y suturas de un tono melado; bajo el pronoto tiene una característica mancha rojiza. Brillan por medio de unos puntitos de luz cuando son molestados (por ejemplo, cuando se les coge). Es muy caracerística la terminación final del último segmento ventral del abdomen, que lo tiene de forma triangular apuntada.

 

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Macho de luciérnaga mediterránea, Nyctophila reichii (Fotografía de Daniel Fernández Ortín, Gusanosdeluz, 4/7/2008, Parque Natural de Monfragüe, Serradilla, Cáceres). Se aprecia la mancha roja debajo del pronoto y la terminación del abdomen, que asoma bajo los élitros marrones con el borde melado.

 

Tamaño relativo del macho de luciérnaga mediterránea, Nyctophila reichii (Fotografía de José Ramón Guzmán, Gusanosdeluz, 17/6/2010, Arroyomolinos de León, Huelva).

 

Observando al macho con aumentos sorprende el tamaño de los ojos, su herramienta para localizar a las hembras.

 

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Detalle de macho de luciérnaga mediterránea, Nyctophila reichii (Fotografía de Joaquín Matamales, 17/7/2007, Buñol, Valencia).

 

De la información con que contamos hasta la fecha se aprecia que la luciérnaga mediterránea se extiende por toda España, excepto por las provincias cantábricas.

En 2012 hemos recogido avistamientos procedentes de provincias del interior en donde previamente no se había detectado (Valladolid - Jaime Morales, Peñafiel, 13/10/2012; León - Andrés Alba, Quilós, Cascabelos, 21/4/2012; Albacete - Juan Manuel Casanova, Jorquera, 8/1/2011; Teruel - Patxi Establés, Bañón, El Villarejo, 9/7/2011; y Álava - Txus Gómez, Korres, Arraia-Maeztu, 22/3/2011, Óscar Gadea, Briñas, 8/10/2011).

En 2013 se ha corroborado su presencia en A Coruña, con avistamientos en Mouros por Blanca González Méndez y en La Pobra do Caramiñal por Carlos Boullón (ver sección "Cuadernos"). Antonio Ordóñez la localizó en Munilla, La Rioja, 3/11/2013y Aitor Valdeón en Caparroso, Navarra, 2/7/2013.

Solamente quedan sin registrar en Ávila, Zamora, Palencia y tres de las provincias gallegas, en donde posiblemente también será posible encontrar a este tipo de luciérnagas.

En cuanto a Asturias, Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa, se plantea como hipótesis que la barrera de la Cordillera Cantábrica haya impedido la difusión de las luciérnaga mediterránea a estos territorios.

En cualquier caso, los registros son más frecuentes en las localidades con influencia mediterránea, tanto en los territorios del este como del sur peninsular.

 

Mapa de distribución de la luciérnaga mediterránea en España (Nyctophila reichii) a partir de la información suministrada por los colaboradores de Gusanosdeluz y Biodiversidad Virtual (junio 2009-31 de diciembre de 2013).

 

Estos son los términos municipales en donde se han localizado luciérnagas mediterráneas o sus larvas hasta la fecha (31 de diciembre de 2013):

Andalucía: Almería (Abrucena, Adra, Almería, Bayárcal, Enix, Fenix, Laujar de Andarax, Níjar, Pulpí, Tabernas, Vícar), Cádiz (Alcalá de los Gazules, Arcos de la Frontera , Grazalema, El Puerto de Santa María, Tarifa, Villaluenga del Rosario), Córdoba (Córdoba, La Victoria , Montalbán, Priego), Granada (Almuñécar, Cáñar, Güéjar Sierra, Motril, Villamena), Huelva (Arroyomolinos de León, Punta Umbría), Jaén (Cazorla, Huelma, Jaén, La Iruela, Úbeda, Valdepeñas de Jaén), Málaga (Alfarnate, Antequera, Canillas de Aceituno, Estepona, Málaga, Montejaque, Riogordo, Yunquera), Sevilla (Dos Hermanas, Lora del Río).

Aragón: Huesca (Albalatillo, Barbastro, Caneto, Graus, Pueyo de Marguillón, Sabiñánigo, Santorens, Tardienta, Torres del Obispo), Teruel (Bañón, El Villarejo de los Olmos), Zaragoza (Cuarte de Huerva, Juslibol, Pastris, Perdiguera, Zaragoza).

Castilla-La Mancha: Albacete (Jorquera), Ciudad Real (Castellar de Santiago, Ciudad Real, Peralvillo, Puertollano), Cuenca (Alcalá de la Vega, Cañavate, El Provencio, Las Valeras, San Clemente, Vara del Rey, Villagonzalo de García), Guadalajara (Alcocer, Azuqueca de Henares, Durón, Torremocha del Pinar, Zorita de los Canes), Toledo (Toledo).

Castilla y León: Burgos (Miranda de Ebro, Montejo de San Miguel, Plágaro, Saseta, Villanueva de Teba), León (Cacabelos), Salamanca (Lumbrales), Segovia (Villagonzalo de Coca), Soria (Langa de Duero, Dombelas), Valladolid (Peñafiel).

Cataluña: Barcelona (Barcelona, Begués, Berga, Caldes de Montbui, Calella de Mar, Canyelles, Cabrils, Castelldefels, Castellet i Gornal, Collserola, Garraf, Granollers, La Garriga, Esplugues de Llobregat, Figaró, Garraf, Montcada i Reixac, Mura, PAcs del Penedès, Puig Reig, Sant Cugat, Sant Martí d´Albars, Sant Quirze Safaja, Santa Coloma de Gramanet, Santa Eugenia del Congost, Viladecans), Girona (Argelaguer, Beuda, Fonteta, Gerona, Gualta, Maçanet, Montagut i Oix, Orgassa, Quart, Santa Coloma de Farners), Lleida (Alòs de Balaguer, Balaguer, Biosca, Montoliu de Lleida), Tarragona (Aldover, Altafulla, Creixell, El Rourell, El Vendrell, L´Almadrava, La Miliana, La Senia, Mas de Barberans, Prat de Comte, Querol, Salou, Serres de Pàndols i Cavalls, Tarragona, Tortosa, Vandellós, Vistabella).

Extremadura: Badajoz (Jerez de los Caballeros, Mérida), Cáceres (Arroyo de la Luz, Cabañas del Castillo, Monfragüe, Valencia de Alcántara, Villareal de San Carlos).

Galicia: A Coruña (Castiñeiras, Esteiro-Muros, Muros Louro, A Pobra do Caramiñal),

Comunidad de Madrid: Aldea del fresno, Arganda del Rey, Becerril de la Sierra, Belmonte de Tajo, Campo Real, Carabaña, Chinchón, Colmenar de Oreja, El Escorial, Fresnedilla dela Oliva, Galapagar, Guadalix de la Sierra, Guadarrama, Hoyo de Manzanares, Meco, Orusco de Tajuña, Paracuellos del Jarama, Perales de Tajuña, Rivas, Robledo de Chavela, Titulcia, Valdemaqueda, Valdemorillo, Villa de El Prado, Villaviciosa de Odón.

Región de Murcia: Alhama de Murcia, Atamaría, Calblanque, Cartagena, Cobaticas, El Palmar, Fuente de Columbares, Librilla, Lorca, Mazarrón, Molina de Segura, Murcia, Purias, Santo Ángel, Sierra Espuña, Sierra de Columbrales, Totana, Yecla.

Navarra: (Caparroso).

País Vasco: Álava (Briñas, Fontecha, Arraia-Maeztu, San Millán).

La Rioja: (Munilla).

Comunidad Valenciana: Alicante (Alfafara, Alicante, Altea, Beneixama, Benidorm, Biar, Dénia, El Altet, Finestrat, Hondón de los Frailes, Les Quintanes, San Vicente del Raspeig, Santa Pola, Villena, Villajoyosa), Castellón (Castellón, Cinctorres, El Mangraner, Oropesa del Mar, Rossell, Sant Mateu, Vall de Almonacid, Villores), Valencia (Buñol, El Saler, Pedralba).

 

La luciérnaga mediterránea la podemos encontrar en gran número de lugares: desde ramblas y estepas salinas o de yesos semiáridos hasta robledales y bosques mixtos prepirenaicos. Es posible verlas en pinares (de pino carrasco - Pinus halepensis - y negral o resinero - Pinus pinaster), en diversos tipos de matorral mediterráneo (romerales, tomillares...), encinares y alcornocales y dehesas (encinares aclarados con pastizal), riberas de ríos y arroyos (con choperas, sauces, ...), olmedas, pastizales, pastos y praderas, playas y zonas de dunas. También tenemos referencias de luciérnagas mediterráneas en campos de cultivo (cereales), olivares, viñedos, almendrales, junto a acequias... Se localiza asimismo en ambientes típicamente de montaña, en espartales e incluso en cuevas y canteras.

La mayor abundancia relativa de avistamientos en jardines y huertos (sobre todo de hembras) puede ser debida a que son áreas que, lógicamente, reciben más atención. Igualmente ocurre con la mayor frecuencia de avistamientos de machos en las calles y jardines (generalmente tras haber acudido atraídos por la luz de una farola, un faro o un pilotillo de un portero automático...). En cualquier caso, estas localiaciones demuestran que estos animales no rehúyen la presencia humana y que pueden habitar junto a nosotros.

Podemos concluir que nos encontramos ante una especie con una gran valencia ecológica: puede estar presente en una gran variedad de entornos

En cuanto a altitud, la encontramos desde el nivel del mar hasta por encima de 2.200 metros (una cita de Luisma León en Cáñar en Sierra Nevada, Granada, 7/7/2011). En la cara norte de Sierra Nevada también se ha localiado a gran altura: a 1.650 m en la vereda de la Estrella, subiendo al pico Alcaaba la encontraron Laura Plaa, María Luisa Sillero y Juan José Guerrero el 16/6/2012).

Por encima de los 1.000 metros también se han visto en Torremocha del Pinar (1.300 m., Soria, Belen Saura), Sopeira (1.050 m, comarca de Ribagorza, Huesca, Jesús Perna, 20/9/2009), en Berga, (1.027 m, Berguedà, Barcelona, Joan Escobet, 01/11/2010), en Hoyo de Manzanares (1.009 m, Guadarrama, Madrid, Antonio Ordóñez, 6/5/2009) y Montejaque (1.000 m, Montejaque, Antequera, Málaga, Ángel Martínez, 14/7/2007).

 

Tipo de hábitat
Larvas
Machos
Hembras
Matorral
47
11
-
Pinares
41
4
-
Campos de cultivo
39
18
3
Jardines y huertos
33
27
23
Encinar , coscojar, alcornocal
21
7
4
Pastizales y praderas
17
-
-
Barrancos y ramblas
13
2
1
Ribera
23
9
4
Playas y dunas
9
3
1
Estepa salina
7
-
-
Montaña
9
1
-
Campos abandonados
6
-
-
Robledal
3
-
-
Dehesa
5
1
-
Calle
3
10
2
Olivares
3
4
1
Estepa de yesos , salinas
2
2
-
Espartal
3
-
-
Roquedo
2
-
2
Almendral
2
4
2
Marisma
1
1
-
Hayedo
1
-
-
Olmeda
1
-
-
Chopera
1
-
-
Subdesierto
1
-
-
Bosque mixto
-
1
-
Viñedo
-
-
1
Total
292
105
44

Tabla. Localizaciones (hábitat) en donde se han visto luciérnagas mediterráneas. Avistamientos hasta 31/12/2013.

 

A menudo las larvas son localizadas desplazándose (cruzando un camino, una rambla o riera, en un herbazal), pero también es frecuente descubrirlas debajo de una piedra, entre la hojarasca o bajo un tronco o rama en descomposición.

 

Una localización típica de las hembras es sobre las piedras de un murete en el lindero de una parcela, o las que componen la estructura de sujección de un bancal o terraza; a menudo también se encuentra sobre una brizna de hierba o subiendo por una pared rugosa de una construcción (¡en ocasiones subiendo hasta más de dos metros de altura!). Los machos son atraídos por las luces de las farolas de las calles, de las lámparas de las terrazas y balcones.

 

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Hembra de luciérnaga mediterránea (Nyctophila reichii) encaramada a una brizna de hierba y varios machos que han acudido a su llamada luminosa (Fotografía de Andrés Ruz, Gusanosdeluz, 1/7/2009, Montalbán, Córdoba).

 

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Larva de luciérnaga mediterránea atravesando una rambla (Fotografía de Ferrán Turmo (Biodiversidad Virtual, 18/11/2006, Alòs de Balaguer, Lérida/Lleida). En esta imagen se puede apreciar su tamaño relativo.

 

Las larvas pueden ser vistas en cualquier época del año, con mínimos en los meses estivales coincidiendo con la aparición de las hembras y los machos (incluso los últimos días de mayo en el caso de las hembras).

Podemos encontralas a lo largo de todo el día, aunque con una menor frecuencia durante las horas centrales.

Parece haber una cierta relación entre la aparición de los imagos (hembras y machos) y la localidad: los avistamientos más tardíos - a finales de julio y primeros de agosto - corresponden a municipios más al norte (Miguel Yuste, 31/7/2007, Coca, Segovia; Jesús Sazatornil, Basbastro, Huesca, 30/7/2009; Pilar Antelo, Montagut i Oix, Girona, 5/8/2012; Alberto Álvarez, Valdemorillo, Madrid, 12/8/2012). Ello parece indicar que las larvas no tienen letargo invernal (al menos en muchas d elas localidades) y que, posiblemente, tengan ciclo bianual.

 

Avistamientos mensuales de larvas (verde, n=266), hembras (amarillo, n=50) y machos (marrón, n=83) de luciérnaga mediterránea, Nyctophila reichii. Fuente: colaboradores de Biodiversidad Virtual y de Gusanosdeluz. Información hasta 31de diciembre 2012.

 

Los machos acuden a focos de iluminación artificiales (como farolas de calles, pequeños farolillos de iluminación de los jardines, linternas, etc.) Se han visto agrupaciones de machos juntos bajo este tipo de focos, pero también junto a varias hembras (por ejemplo, Joaquín Matamales contempló el 16/6/2006 varias decenas de machos y hembras en unos pocos metros cuadrados en una zona de ribera del río Buñol, en Valencia). Es tal el desconcierto que provocan las fuentes de iluminación artificial, que se convierten en un sumidero de machos que no dejan de moverse bajo su influjo hasta que mueren, José Ramón Guzmán, observación en Cónchar, Villamena, 6/7/2010).

Las luciérnagas mediterráneas son atraídas por distintos tipos de iluminación: luces LEDs (linternitas) de tonos verdes, amarillento o rojizos. También acuden a la luz de las farolas y a otras fuentes de iluminación. Sin embargo, parecen no acudir a la iluminación de lamparitas de jardín de tonos azulados, en contraste con la de tonos anaranjados.

Cuando hay alta densidad de machos y se está en pleno pico del periodo de emergencia de las luciérnagas mediterráneas es posible que, de manera paradójica, no se localice ninguna hembra dado que éstas son localizadas por los machos (incluso antes de que oscurezca del todo) y apaguen su lucecita.

Esto ha sido lo que hemos podido comprobar en la localidad de Cónchar (Villamena, Granada) durante el verano de 2013, cuando por medio de un farolillo de jardín que actuó como señuelo se contabilizaron los machos atraídos en el periodo 14 de junio hasta el 14 de julio, no detéctandose la presencia de hembras hasta la noche del 12 de julio:

14 de junio: 9 machos.

2 de julio: 37 machos.

4 de julio: 17 mahcos.

6 de jlio: 10 machos.

8 de julio: 6 machos.

10 de julio: 3 machos.

12 de julio: 3 machos.

14 de julio y siguientes: ningún macho.

Con suerte, el macho encuentra a una hembra y se produce la cópula. Pasados unos segundos, ésta deja de emitir luminuscencia.

 

Macho_y_hembra_Nyctophila_reichii_Angel_Martinez

Cópula de macho y hembra de luciérnaga mediterránea, Nyctophila reichii (Fotografía de Ángel Martínez, Biodiversidad Virtual, 30/6/2008, Antequera, Málaga).

 

Pero puede ocurrir que haya una confusión y la hembra de luciérnaga mediterránea sea cortejada por un macho de Lampyris, o viceversa (como esta hembra de Nyctophila reichii y macho de Lampyris noctiluca, Fotografía de Ángel de la Torre, 6/7/2009, Figaró, Osona, Barcelona)

Unos días después de la cópula se produce la puesta: en torno a unas decenas de huevecillos esféricos (fotografía de Pablo Portillo, 5/6/2010, Molina de Segura, Murcia), aunque pueden ser muchos menos.

Sobre la alimentación de la luciérnaga mediterránea, contamos con imágenes que demuestran claramente los hábitos de las larvas (los adultos no se alimentan) que ataca y engullen caracoles y babosas.

 

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Larva de luciérnaga mediterránea, Nyctophila reichii, comiendo carcol (Fotografía de Miguel Yuste, Biodiversidad Virtual, 20/12/2009, Coca, Segovia).

 

A historia natural

6.3. Luciérnaga de las Baleares (Nyctophila heydeni).

En Baleares está presente una luciérnaga peculiar: Nyctophila heydeni. Aparte de su distribución, un elemento diferenciador es la forma del pronoto, más alargado que en el caso de la luciérnaga mediterránea (Nyctophila reichii).

Contamos con seis avistamientos de machos de luciérnaga de Baleares procedente de la isla de Mallorca (dos de ellos de Matilde Martínez en la localidad de Bunyola, 5/9/2009 y 13/6/2012, Bunyola y otros tres de Sóller con fotografías tomadas el 22/6/2013 por Cati Ginart, Mateo Vadell y Juan Bibiloni). Jordi nos escribió a Gusanosdeluz compartiendo que vio dos machos en Sant Llorenç des Cardassar el 13/6/2012). Jordi también nos informó que había visto una hembra en la misma localidad el 26/5/2012.

 

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Macho de luciérnaga de Baleares, Nyctophila heydeni (Fotografía de Matilde Martínez, Biodiversidad Virtual, 5/9/2009, Bunyola, Mallorca).

 

Contamos con 15 referencias de larvas fotografiadas en la galería de Biodiversidad Virtual y dos avistamientos enviados por formulario. Se han encontrado en los municipios de Bunyola, Calviá, Castillo Bellver, Pollença, Sóller y Valldemosa durante todo el año (enero, febrero, abril, junio, septiembre, noviembre, diciembre. Ocupa todo tipo de hábitats: pinares, ribera, campos de cultivo, lentiscales, jardines, barrancos y matorrales.

La cara dorsal de las larvas es parecida a la de las larvas de Lampyris continentales (por ejemplo, Juanjo Suárez, Valldemosa, 11/4/2010), pero con la diferencia de contar con cuatro puntos muy marcados en el primer segmento, mientras que la parte ventral es de tono rosa fucsia (por ejemplo, Matilde Martínez, Pollença, 29/9/2012, similar al patrón típico de la luciérnaga mediterránea.

Como las otras especies de luciérnagas, es posible encontrar a las larvas devorando caracoles (Matilde Martínez, Bunyola, 11/1/2011)

 

Larva_Nyctophila_heydeni_Matilde_Martinez

Posible larva de luciérnaga de Baleares, Nyctophila heydeni (Fotografía de Fani Martínez, Biodiversidad Virtual, 31/12/2008, Bunyola, Mallorca).

 

A historia natural

 

6.4. Luciérnaga europea (Lampyris noctiluca), luciérnaga ibérica (Lampyris iberica) y Lampyris raymondi.

Hace unos años se describió una nueva especie de luciérnaga en Portugal, Lampyris iberica (Geisthardt, M; Figueira, G.; Day, J. C.; De Cock, R. 2008. A review of Portuguese fireflies with a description of a new species, Lampyris iberica sp. nov. (Coleoptera: Lampyridae). Heteropterus, 8: 147-154). Los autores del trabajo planteaban la hipótesis de que posiblemente algunas de las identificaciones de luciérnaga europea en España (Lampyris noctiluca), la más frecuentemente citada, pudiesen pertenecer a la nueva especie. Por otro lado, se conoce también la presencia de una tercera especie, la luciérnaga occidental (Lampyris raymondi), aunque son escasas las referencias.

Gracias a los colaboradores de Gusanosdeluz y Biodiversidad Virtual se ha podido constatar la presencia de la luciérnaga ibérica en España. además de contar con avistamientos de la luciérnaga europea y, posiblemente, de la luciérnaga Lampyris raymondi.

No obstante, conviene destacar el estudio de Jose Manuel Diéguez sobre ejemplares de luciérnagas conservados en distintas colecciones españolas, del cual extrae la conclusión de que todas las citas pertenecen a la especie Lampyris iberica (Diéguez Fernández, J. M. 2011. Lampyris iberica Geisthardt, Figueira, Day y De Cock, 2008 y Lamprohiza mulsanti (Kiesenwetter, 1850) en España (Coleoptera: Lampyridae). Heteropterus. Revista de Entomología, 10: 87-90).

Es posible que, al igual que ocurre en otros países europeos cuya fauna de lampíridos ha sido mejor estudiada (Francia, Italia, Grecia...) haya en España un conjunto de especies y subespecies de Lampyris del que sólo comenzamos a conocer sus características.

La distinción entre Lampyris iberica y L. noctiluca no es posible a ciencia cierta a día de hoy (recordemos que las claves para la clasificación de este grupo de coleópteros se han realizado históricamente a partir de la descripción únicamente de los machos), por ello muchos ejemplares se han determinado sólo hasta el nivel de género Lampyris.

El patrón general de las larvas de luciérnagas del género Lampyris es el de una larva de coloración grisáceo-negruzco mate con un punto de tono anaranjado a rosado en cada uno de los vértices laterales posteriores de los segmentos. La cara ventral típica es de color nata, pero se han encontrado también otros tonos, incluso rosados (más propios de las larvas de la luciérnaga mediterránea - Nyctophila reichii). En otras localidades europeas se han descrito larvas de luciérnaga occidental (Lampyris raymondi) con cuatro puntos en los vértices laterales anteriores del primer segmento (el que corresponde al pronoto), patrón que ha sido fotografiado en algunas larvas procedentes de Cantabria; sin embargo, no deja de ser una suposición asignarlas a la especie Lampyris raymondi a falta de estudios más profundos.

 

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Larva de luciérnaga del género, Lampyris (Fotografía de Lluis Torrente , Biodiversidad Virtual, 27/4/2008,Viladecans, Barcelona).

 

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Larva de luciérnaga del género, Lampyris, detalle de la cabeza (Fotografía de Juan Carlos Cambronero, Biodiversidad Virtual, 18/11/2007, Liencres, Cantabria).

 

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Larva de luciérnaga del género, Lampyris, con el patrón de dos puntos adicionales en la parte anterior del primer segmento (Fotografía de Thomas Rickfelder, Biodiversidad Virtual, 16/1/2009, Liencres, Cantabria).

 

Las larvas brillan con luz luminiscente. No son bien conocidas las razones que le impulsan a emitir pulsos de luz (generalmente de varios segundos - unos siete como media - de duración, distanciados entre ellos decenas de segundos): son inducidas ante situaciones de estrés, pero también es posible encontrar larvas brillando sin motivo aparente en noches húmedas y frescas. Suelen brillar los días otoñales con alta humedad relativa, después de una llovizna durante el día. También se les ha visto brillar los días de primavera con estas características, siempre rehuyendo las altas temperaturas y los días muy fríos.

Pupan en ambiente húmedo, enterradas, semienterradas o directamente sobre la tierra húmeda o entre hojarasca, leños, etc. La duración de la metamorfosis de larvas que se lelvaron a adultos en 2012 fue de 10 días (comenzando a pupar el 6 y 7 de junio y emergiendo el 16 y 17 de julio).

 

Pupa de luciérnaga ibérica (Fotografía de José Ramón Gumán Álvare, 9/6/2012, El Bosque, Cádiz).

 

La luciérnaga ibérica hembra se caracteriza por tener un punto de tono rojizo en los laterales de la parte posterior del pronoto y la coloración de los esternitos (segmentos) abdominales es más clara que la equivalente en la luciérnaga europea. Por el contrario, las hembras de luciérnaga europea, Lampyris noctiluca, son de tono más oscuro y carecen de los puntos rojos en el pronoto.

En cuanto a las luciérnagas Lampyris raymondi, las hembras se caracterizan por tener alitas vestigiales (similares a las de Nyctophila reichii) y un escutelo alargado.

 

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Hembra de luciérnaga ibérica, Lampyris iberica. Nótese los puntos rojos en la parte posterior del pronoto (la más próxima al borde recto) (Fotografía de Fernando Barragán, Biodiversidad Virtual, 27/6/2009, Ávila).

 

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Hembra de luciérnaga europea, Lampyris noctiluca. Nótese el pronoto de tonos oscuros. También es destacar en estas especies la inexistencia de alas (Fotografía de Blanca González, 19/6/2010, Muros Louro, La Coruña/A Coruña).

 

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Hembra de luciérnaga europea, Lampyris noctiluca. Comparación con el tamaño de los dedos de las manos (Fotografía de Blanca González, Gusanosdeluz, 19/6/2010, Muros Louro, La Coruña/A Coruña).

 

Las hembras esperan a los machos subidas a algún tallito o sobre una pared u otra superficie.

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Hembra, posiblemente de luciérnaga europea, Lampyris noctiluca, subiendo por una pared (Fotografía de José Ramón Guzmán, Gusanosdeluz, 19/8/2009, Murguía, Álava).

 

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Hembra de luciérnaga mediterránea, Lampyris iberica, encaramada a un tallito (Fotografía de Daniel Fernández Alonso, Gusanosdeluz, 15/7/2008, Garray, Soria).

 

Los machos de la luciérnaga ibérica presentan dos puntitos blancos en la parte posterior del pronoto. Los élitros son de tono tostado, con un margen de coloración más clara.

El aspecto general de la luciérnaga europea es oscuro, negruzco mate; apenas se distingue el margen de los élitros.

La luciérnaga Lampyris raymondi tiene una coloración más clara y brillante que la luciérnaga europea (tonos tostados en lugar de marrones en los élitros y borde amarillento en la sutura de los élitros). El pronoto también es brillante. El escutelo (pequeña placa triangular tras el pronoto) es amplio y amarillento en esta luciérnaga, mientras que es inexistente o de tono oscuro y más pequeño en Lampyris noctiluca.

Debido a las dificultades en la identificación, es complicado definir el área geográfica de distribución de las luciérnagas del género Lampyris en España.

En el siguiente listado aparecen las localidades en donde se han realizado avistamientos de luciérnaga que se han identificado (aunque con cierto margen de error) como luciérnaga ibérica (L. iberica) y luciérnaga europea (L. noctiluca). El resto de ejemplares, especialmente las larvas, se han determinado como Lampyris.

Localizaciones de Lampyris (31/12/2013).

Andalucía: Cádiz (El Bosque), Málaga (Júzcar).

Aragón: Huesca (Ansó, Biescas, Boltaña, El Run, Gabás, Pueyo de Marguillén, San Juan de la Peña , Seira, Sos Sesue, Torla), Teruel (Orihuela del Tremedal), Zaragoza (Sobradiel).

Asturias: Buslaz, Campiellos, Cereceda, Fuensanta, Gijón, Gozón, Oviedo, Proaza, Quirós, Ribadesella, Soto de Aguas, Villaviciosa, Zeluán.

Cantabria: Arnuero, Berria, Camargo, Liébana, Liencres, Orejo, Pujayo, Ramales de la Victoria, Ucieda, Valle de Prado.

Castilla y León: Ávila (Becedas, Bohoyo, La Carrera ), Burgos (Burgos, Dobro, Saseta, Treviño, Villacomparada), León (Cacabelos, Montuerto, Valdeón), Palencia (Palencia), Segovia (El Espinar, Sepúlveda, Villagonzalo de Coca), Soria (Alcózar, Muriel Viejo, Sotos del Burgo), Zamora (San Pedro de las Herrerías).

Cataluña: Barcelona (Abrera, Alpens, Barcelona, Castelldefels, El Prat, Esplugas de Llobregat, Martorell, Montseny, Sant Llorenç Savall, Viladecans), Girona (Camprodón, El Triai, Olot, Orgassa, Quart), Lleida (Adraén), Tarragona (San Carles de la Ràpita , Tarragona, Vila-Rodona).

Extremadura: Cáceres (Robledillo de Gata, La Golosa , Valencia de Alcántara, Villamiel).

Galicia: A Coruña (Aranga, Betanzos, Cambre, Cerdido, Coirós, Corrubedo, Ferrol, Riós, Santa Uxia de Ribeira, Touro), Lugo (As Nogais).

Comunidad de Madrid: Canencia, Navacerrada, Manzanares el Real, San Lorenzo de El Escorial.

Navarra: Etxauri, Gollano, Isaba, Sarriguren.

País Vasco: Álava (Añana-Gesaltza, Arraia-Maeztu, Elorza, Urkabustaiz, Valdegovía, Zuya), Guipúzcoa (Andoáin, Ataun, Donosti/San Sebastián), Vizcaya (Bakio, Karrantza, Laukariz, Orduña, Ortuella, Zierbena).

La Rioja: Bergasa, Ecaray, Fonces, Logroño, Nieva de Cameros.

 

Localizaciones de Lampyris iberica (31/12/2013).

Andalucía: Cádiz (El Bosque).

Aragón: Zaragoza.

Asturias: sin especificar.

Cantabria: sin especificar.

Castilla y León: Ávila, Burgos, León (Bricia), Segovia, Soria (Soria),

Cataluña: Lleida (sin especificar), Tarragona (Alcover)..

Extremadura: Cáceres (Robledillo de Gata, Valencia de Alcántara).

Galicia: A Coruña (sin especificar).

Comunidad de Madrid: sin especificar.

Comunidad de Madrid: Sunbilla.

País Vasco: Álava (Murguía), Vizcaya (Basondo, sin especificar).

 

Localizaciones de Lampyris noctiluca (31/12/2013).

Aragón: Huesca (Ansó, Yesero).

Asturias: Ribadesella, Villaviciosa.

Cantabria: Entrambasaguas, Goian, Penagos, Pujayo.

Cataluña: Barcelona (Sant Antonio de Vilamajor).

Galicia: A Coruña (Muros Louro).

Navarra: Gollano.

País Vasco: Álava (Elorza), Vizcaya (Bakio).

 

De la información con que contamos hasta el momento se deriva una distribución marcadamente septentrional, llegando por el sur hasta Cáceres (habiendo sido localizadas larvas en la ribera del río Sever en Valencia de Alcántara, una de las cuales se convirtió en un macho de L. iberica) y, de manera disyunta, hasta Cádiz, en donde se han recogido ejemplares larvarios en la ribera de El Bosque, que se convirtieron tras pupar en machos y hembras de la luciérnaga ibérica. En el año 2013 también ha sido notificado el avistamiento de una hembra de Lampyris en Júzcar (Málaga, veáse apartdo "cuadernos", observación de Cristina da Silva). También se ha detectado L. noctiluca en Elorza (Álava, "cuadernos", observación de Phill) y L. iberica en Alcover (Tarragona, "cuadernos", observación de Michaela Devis) y Burgos ("cuadernos", observación de Cristina Negueruela).

 

Mapa de distribución de la luciérnagas del género Lampyris en España a partir de la información suministrada por los colaboradores de Gusanosdeluz y Biodiversidad Virtual. En tono naranja : Lampyris sin determinar (sobre todo larvas), en todo magenta rosado (como Cádiz): Lampyris iberica; en todo gris(como Huesca): Lampyris noctiluca; en tono marrón (como Asturias): Lampyris iberica y L. noctiluca, (junio 2009 - 31 de diciembre de 2013).

 

En comparación con la luciérnaga mediterránea, las luciérnagas Lampyris ocupan preferentemente hábitat más húmedos y menos mediterráneos como prados, riberas, pinares de pino negro o silvestre, robledales, etc (en consonancia con su distribución corológica), tal y como se puede apreciar en la tabla siguiente:

 

Tipo de hábitat
Larvas
Machos
Hembras
Pastizales y praderas
18
11
13
Ribera
18
5
6
Pinares
12
1
1
Jardines y huertos
12
3
20
Robledal
7
2
Playas y dunas
7
Bosque mixto
7
2
7
Montaña
3
2
Barrancos y ramblas
3
Marisma
3
Viñedo
2
Matorral
2
1
Campos de cultivo
3
1
3
Encinar
1
1
Estepa salina
1
Campos abandonados
1
Calle
1
2
Abetal
1
Total
102
25
56

Tabla. Localizaciones (hábitat) en donde se han visto luciérnagas del género Lampyris, sin diferenciar entre especies. Avistamientos hasta 31/12/2013.

 

 

La fenología de las Lampyris presentes en España es muy característica, presentando un patrón temporal de presencia distinto al de la luciérnaga mediterránea. Si bien se han consignado avistamientos a lo largo de todo el año, son más frecuente durante los meses primaverales (abril y mayo).

El máximo de presencia de los adultos está desplazado en relación con Nyctophila reichii, con una fracción importante de los individuos avistados en el mes de agosto.

Avistamientos mensuales de larvas (verde, n=90), hembras (amarillo, n=34) y machos (marrón, n=16) de luciérnaga del género Lampyris. Fuente: colaboradores de Biodiversidad Virtual y de Gusanosdeluz. Información hasta 31de diciembre 2012.

En el mismo jardín (en la localidad de Murguía, Zuia, Álava)se ha observado de manera prácticamente simultánea hembras y larvas.

 

A historia natural

 

6.5. Luciérnagas con "gafas" (Lamprohiza mulsanti, Lamprohiza paulinoi).

Del género Lamprohiza han sido citadas dos especies en la Península Ibérica: Lamprohiza mulsanti y L. paulinoi.

Ambas son de menor tamaño que la luciérnaga europea (Lampyris noctiluca), la ibérica (L. iberica) y la mediterránea (Nyctophila reichii): los machos miden alrededor de 1,5 cm y la hembra no llega a alcanzar 2 cm.

No obstante, en los últimos meses ha surgido la duda de si contamos con la presencia de L. delarouzei en el norte de Cataluña.

El macho de ambas especies de Lamprohiza tiene el aspecto de las luciérnagas europea o mediterránea, pero posee un carácter distintivo muy claro: una gran porción del pronoto es transparente (el extremo anterior), dando la impresión de tener una especie de ventana.

La parte ventral del tórax de L. paulioni es más clara (de amarillo pálido a anaranjado o rosáceo) que la de L. mulsanti, que es de tono marrón, oscuro, como el resto del cuerpo. Como carácter distintivo entre ambas especies se ha descrito, además, la forma de la terminación de la escotadura y del pigidio (extremos superior e inferior del abdomen); en el caso de L. paulinoi tienen una forma trapezoidal abierta, mientras que en L. mulsanti es más cerrado, semicircular. No obstante, este carácter también ha de ser contrastado con los propios de L. delarouzei.

Aunque los machos adultos poseen órganos luminosos (probablemente heredados del estado de larva) no parece que emitan luminiscencia al volar o de un modo espontáneo cuando están posados. Sin embargo, brillan cuando son manipulados emitiendo luz a través de unos órganos laterales que están dispuestos en el abdomen y que no son visibles en los individuos muertos. También aparentan estar muertos (tanatosis) cuando son molestados. A menudo el patrón de distribución de estos órganos no es simétrico. Como comparación, los machos de L. splendidula brillan en vuelo o cuando son manejados a partir de órganos luminosos situados en los ventritos 5 y 6.

Las hembras emiten la luminiscencia en horario crepuscular como el resto de especies de luciérnagas europeas. El vuelo de los machos finaliza hacia las 23:000 aproximadamente. Cuando son molestadas también permanecen quietas y aparentan estar muertas y responden emitiendo luminiscencia a los pocos segundos. La hembra exhibe una posición particular cuando está brillando, se sitúa sobre la vegetación, en el suelo o en la hojarasca con el abdomen levantado en posición diagonal en relación con la cabeza y las patas y recurvado hacia arriba. De este modo los órganos luminosos ventrales son claramente visibles, apuntando hacia arriba, así como los órganos laterales, que se muestran nítidos al brillar a través de la cutícula. Esta especie presenta como rasgo típico que las hembras tienen un par de puntos lateriales luminosos en el metanoto que brillan a traves de sus cortos élitros, mientras que otras hembras del género Lamprohiza sólo presentan puntos luminosos abdominales.

 

Macho_Lamprohiza_Fani_Martinez

Macho de Lamprohiza paulinoi. Nótense la ventana en el pronoto y la forma abierta de la escotadura del extremo del abdomen (Fotografía de Fani Martínez, Biodiversidad Virtual, 1/5/2010, Canals, Valencia).

 

Las hembras tienen un aspecto muy característico: son más pequeñas y rechonchas que las hembras de gusanos de luz de otras especies. Son de color amarillento, con dos alitas vestigiales que recuerdan a las de la luciérnaga mediterránea (Nyctophila reichii). Brillan con órganos luminosos semejantes a los de las Lampyris, pero también con unos puntos de luz en ambos costados.

La emergencia de los adultos es la más temprana entre las luciérnagas ibéricas. El pico parece corresponder el mes de mayo, pero en las provincias orientales aparece en marzo, abril e incluso hay una referencia del 18/1/2013 de Altea (Alicante) observada por Toni Mulet (véase "cuadernos"). A partir de mediados de junio ya no contamos con registros de adultos de estas especies.

 

Hembra_Lamprohiza_Ferran_Turmo

Vista dorsal y lateral de hembra de Lamprohiza sp.. Nótense las alitas vestigiales y el tamaño más corto y la forma más rechoncha del cuerpo en comparación con la luciérnaga mediterránea (Nyctophila reichii), también de tonos melados (Fotografía de Ferrán Turmo, Biodiversidad Virtual, 4/6/2010, Sant Jaume de Frontanyá, Barcelona).

 

Pupa de Lamprohiza mulsanti . Fotografía tomada por Jordi Clavell, Sant Joan Despi (Barcelona, 17/4/2013).

 

Hasta 2012 se determinaron cinco ejemplares de Lamprohiza paulinoi a través de Biodiversidad Virtual en las provincias de Levante (Fani Martínez, Canals, Valencia 1/5/2010 y 26/4/2011; Isidro Martínez, Peñíscola, Castellón; Benjamín Pérez, La Llosa, Castellón, 16/4/2011; Lluís Gustamante, Vandellòs, Tarragona, 27/5/2012). En 2013 se añadió un ejemplar fotografiado en Benidorm el 23/3/2013 y varios ejemplares adicionales que fueron fotografiados en el testing de esta asociación que se realizó en Vilafranca del Cid, Castellón, el 28/6/2013 (Xavier Gil, Jacint Cerdà , que fotografió una larva y Fani Fernández)

Se han determinado tres ejemplares de L. mulsanti, encontrado por Rafael Carbonell en Beuda, Gerona/Girona (24/4/2007 y 15/4/2012; y por Josep Barbará, Gerona, 10/4/2009), además de una población en un jardín de Sant Joan Despi (Barcelona) que ha sido observada por Jordi Clavell y que ha permitido constatar la presencia de machos, hembras y pupas.

Aparte de ello, otras citas de Lamprohiza que no se han podido determinar a nivel de especie (Biodiversidad Virtual) muestran una clara distribución levantina, salvo un registro de Galicia que habría que corroborar con nuevas observaciones (López Loureiro, 30/6/2007, Biodiversidad Virtual, Cernido, La Coruña).

Mapa de distribución de la luciérnagas del género Lamprohiza en España a partir de la información de los trabajos de campo y los colaboradores de Gusanosdeluz y Biodiversidad Virtual (junio 2009-31 de diciembre de 2013). En azul: Lamprohiza mulsanti; en verde: Lamprohiza paulinoi; en negro: Lamprohiza sin determinar.

 

Rafael Carbonell ha incluido algunas de las interesantes observaciones que ha hecho en Can Grau en el foro de Gusanosdeluz.

Se han encontrado en jardines y urbanizaciones, robledales, bosques de pino rojo (Pinus sylvestris), campos de cultivo, huertas y matorrales.

 

Lamprohiza paulinoi

Entre el 24 y el 27 de mayo se llevó a cabo una búsqueda de luciérnagas en cuatro localidades que, aparentemente, mostraban un hábitat idóneo para las luciérnagas: El Bosque (Cádiz), Valencia de Alcántara (Cáceres), Bugarra (Valencia) y Alcalá del Júcar (Albacete). Se encontró Lamprohiza paulinoi en los tres últimos emplazamientos: en todos los casos eran parajes abiertos (al contrario que L. splendidula, pariente centroeuropeo que prefiere los bosques) próximos a ríos, con un mosaico de campos de cultivo, pastizales, jardines y huertos húmedos, vegetación de ribera y matorral y arbolado forestal (encinas, quejigos). Es de destacar que si bien se localizaron un mayor número de ejemplares en los biotopos húmedos próximos a los cauces de ríos y arroyos, también se encontraron luciérnagas en ambientes más secos como dehesas y pinares abiertos.

 

Hábitat de Lamprohiza paulinoi. Bugarra, Valencia (27/5/2012, Raphäel de Cock).

 

El macho de L. paulinoi es de mayor tamaño y más robusto que los machos de otras especies de Lamprohiza. Su abdomen es pálido, casi anaranjado. Son notables las características "gafas" transparentes de las Lamprohiza. Cuentan con órganos luminosos larvarios en el abdomen que no son visibles exteriormente cuando vuelan, pero que brillan débilmente cuando se les toca o son molestados (bioluminiscencia inducida), presentando tanatosis (permaneciendo inmóviles, aparentando estar muertos).

 

Macho de luciérnaga con gafasLamprohiza paulinoi. Valencia de Alcántara, Cáceres (25/5/2012, Raphäel de Cock).

 

 

Macho de luciérnaga con gafasLamprohiza paulinoi mostrando la parte terminal del abdomen (pigidio) con la forma abierta de la escotadura. También son patentes los órganos luminosos. Valencia de Alcántara, Cáceres (25/5/2012, Raphäel de Cock).

 

La hembra es pequeña, pálido amarillenta. Muestra órganos luminosos dispuestos a ambos lados del abdomen (en los márgenes del cuerpo) y en su porción terminal.

Hembra de luciérnaga con gafas Lamprohiza paulinoi. Valencia de Alcántara, Cáceres (25/5/2012, Raphäel de Cock).

 

Hembra de luciérnaga con gafas Lamprohiza paulinoi con los órganos bioluminiscentes. Valencia de Alcántara, Cáceres (25/5/2012, Raphäel de Cock).

 

Los machos acudieron en gran número a los reclamos luminosos dispuestos a modo de transectos. También pudo encontrarse gran número de hermbras. El hábito parece ser crepuscular, detectándose la presencia (21:30-23:30).

 

A historia natural

 

6.6. Luciérnaga longicorne (Phosphaenus hemipterus).

Hemos puesto este nombre a esta luciérnaga, casi desconocida en España (aquí es posible consultar un video sobre este insecto).

Hasta recientemente sólo se contaba con dos referencias anteriores, aunque en Portugal ha sido más citada: una en La Seu d´Urgell, Lérida/Lleida y otra de Alence, Lugo (esta última recogida por J.M. Diéguez Fernández y J. Pérez Valcárcel (En: Nueva cita de Phosphaenus hemipterus (Goeze, 1777) para España: Coleoptera: Lampyridae, Heteropterus, Revista de Entomología, 9: 65-66, 2009).

Luis Miguel Bugallo fotografió un ejemplar de Phosphaenus hemipterus en Oroso (Galicia) La Coruña el 12/6/2010 en la tapia del jardín de una casa. Esta especie es muy singular dentro del mundo de las luciérnagas: además de su aspecto general completamente oscuro, los machos destacan por ser ápteros (no vuelan) y por emitir una luz cuando se le molesta a través de dos puntitos en la cola que se iluminan por pulsos. Las hembras recuerdan a una luciérnagas del género Lampyris en pequeñito (en torno a 1 cm); emiten una luz verde brillando en forma de pulsos a partir de dos puntos en el extremo del abdomen.

 

Macho_Phosphaenus_hemipterus_Luis_Miguel_Bugallo

Macho de luciérnaga longicorne (Phosphaenus hemipterus (Fotografía de Luis Miguel Bugallo, Biodiversidad Virtual, Oroso, La Coruña/A Coruña, 12/6/2010).

 

A historia natural

 

6.7.Phosphaenopterus metzneri.

Juan Jesús de la Rosa, José Antonio Moreno Tamurejo, Vicente García Villanueva y Esther Díaz Rodríguez capturaron en una campaña de muestreo en el Parque Natural del Tajo Internacional ( río Sever, Valencia de Alcántara) dos machos de esta especie tan rara, que fue descrta en 1870 por Schaufuss en la Sierra de Sao Mamede y cuya existencia no había vuelto a ser corroborada en Portugal hasta 2003. Este importante hallazgo está descrito en el tomo número 5 de Arquivos Entomoloxicos, en donde se ilustra también el habitus del macho.

En la excursion llevada a cabo los días 24 y 25 de mayo de 2012 a Valencia de Alcántara, se encontraron varias larvas y pupas de Phosphaenopteurs metzneri en el entorno del río Sever, en una zona de ribera con pastizales y bosque húmedo.

La larva es de coloración oscura uniforme. Recuerda a la de Nyctophia reichii, pero es más pequeña, tiene una tonalidad brillante (recuerda al cuero), no mate, y presenta dos líneas características, como esculpidas, marcadas longitudinalmente sobre la parte dorsal del abdomen.

Larva de luciérnaga (Phosphaenopterus metzneri (Valencia de Alcántara, Cáceres, Raphäel de Cock, 25/5/2012).

 

Larva de luciérnaga (Phosphaenopterus metzneri en la que se aprecian las dos líneas dorsales (Valencia de Alcántara, Cáceres, Raphäel de Cock, 25/5/2012).

 

Pupa de luciérnaga (Phosphaenopterus metzneri en la que se aprecian las dos líneas dorsales (Valencia de Alcántara, Cáceres, Raphäel de Cock, 25/5/2012).

 

El macho, aunque presenta alas que cubren el abdomen, es posible que no sea capaz de volar.

La semajanza morfológica entre las larvas y machos adultos de Phosphaenopterus metzneri y Phosphaenus hemipterus y el hecho de que en Europa Central exista una amplia viarbilidad en las formas y longitud de los élitros en esta última especie (Magis 1954, 1977) nos ha inducido a plantear la hipótesis de que se trate de la misma especie y que Phosphaenopterus metzneri es una forma macróptera de Phosphaenus hemipterus. Esta hipótesis está apoyada por Jeng (2008), quien propone que el género casi desconocido Phosphaenopterus pueda ser un grupo muy emparentado con Phosphaenus y que sus distribuciones parecen ser simpátricas (McDermott, 1966). Por consiguiente, planteamos que estos dos géneros formen parte en realidad de un único grupo compuesto con polimorfismo en los élitros y alas, lo que habría que corroborar con estudios moleculares y morfológicos.

Macho de luciérnaga (Phosphaenopterus metzneri en la que se aprecian las dos líneas dorsales (Valencia de Alcántara, Cáceres, Raphäel de Cock, 25/5/2012).

Macho de luciérnaga (Phosphaenopterus metzneri en la que se aprecian las dos líneas dorsales (Valencia de Alcántara, Cáceres, Raphäel de Cock, 25/5/2012).

 

 

 

 

A historia natural

 

 

6.8. Luciérnaga voladora (Luciola lusitanica).

No contamos con fotografías que ilustren la presencia de esta especie en España. Conocemos de su presencia reciente en Portugal (por ejemplo, a través del blog de Gonçalo Figueira y referencias bibliográficas.

Uno de los colaboradores de Gusanosdeluz , Jesús Marín, contempló en la primavera de 2004, hacia las 2 de la mañana, en una vivienda de una urbanización de Mazagón (Palos de la Frontera, Huelva), un grupo de unas 15 - 20 luciérnagas voladoras que brillaban con una luz blanca en una especie de leñera. Es posible que se trate de Luciola lusitanica, la especie de luciérnaga cuyos machos emiten destellos de luz volando, estableciendo un código de comunicación con las hembras, que son ápteras.

Como contamos en "Cuadernos", en junio de 2013 nos pusimos en contacto con el Palacio de La Granja de Segovia (Patrimonio Nacional) para tratar de contrastar una cita (1929) de luciérnaga voladora Luciola lusitanica en los Reales Jardines. Sería una población aislada puesto que no tenemos constancia contrastada de su presencia en España (salvo el posible avistamiento en la costa de Huelva que no hemos podido comprobar), aunque sí habita en Portugal y en el sur de Francia (Niza, junto a Italia). Esta presencia sería extraña, pero tal vez podría tener como explicación histórica: la de la reina María Cristina que amaba las luciérnagas, historia que conocimos a partir del Museo Nacional de Ciencias Naturales y que recogemos en el apartado "textos" de nuestra web. Preguntamos a los guardas de los jardines del Palacio, y nos respondieron que no tenían constancia de la presencia de este insecto luminoso, aunque sí habían contemplado esporádicamente luciérnagas brillando en agosto (que posiblemente sean Nyctophila reichii o Lampyris). No obstante, mantenemos las esperanzas porque, según su testimonio, hace bastantes años un compañero contempló unas luciérnagas voladoras a algunos kilómetros de distancia.

 

 

Algunos de estos resultados se han publicado en otros medios de difusión:

En el primer número de la revista Lampyrid apareció como artículo de libre descarga el artículo The biology and distribution of glow-worms (Coleopera_ Lampyridae) in Spain, que recoge los resultados de "¿Has visto una luciérnaga?".

Los resultados de "¿Has visto una luciérnaga?" se han publicado también en la revista Quercus, en el número 311 de enero de 2012, bajo el título "La luciérnagas de España".

Algunos de estos resultados también se presentaron al II Symposium Internacional sobre Luciérnagas (The Second International Firefly Symposium) que se celebró del 2 a 5 de agosto de 2010 en Selangor, Malasia.

Aquí puedes consultar el póster.

En el número 3 de la revista Lampyrid ha aparecido el artículo Methods and recommendations for surveying firefly glow-worms (Coleoptera: Lampyridae): a practical example from Southern Spain, en el que exponemos los resultados del trabajo de campo de mayo de 2013 y hacemos una propuesta metodológica para el seguimiento de luciérnagas.

 

 

 

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